17 marzo 2014

Lo que puede llegar a significar un vestido...

Hoy me medí un vestido y como varias de mis cosas, tiene una historia, recordé como fue que compre ese vestido y lo terca que puedo llegar a ser, he de ahí el nombre de este blog, no sé cuantos años atrás es de esta historia,  solo sé que fue de regalo de cumpleaños y no precisamente el vestido si no la situación, fui a visitarte, a verte, teníamos demasiado tiempo sin vernos, obvió te extrañaba nos entrañábamos, estaba emocionada, me dijiste que me tenias una sorpresa, nunca he demostrado mucho lo que siento pero lo que sí recuerdo es que en las etapas de nuestro enamoramiento yo estaba en la cima, estaba en el optimismo total,  sentía miles de cosas por ti, cuando llegamos y al fin me dijiste mi sorpresa, estábamos frente a un spa, recuerdo que las habitaciones tenían nombre de mujeres, era un hotel muy bonito, era en una casa vieja pero estaba decorado súper moderno, todo muy minimalista, recuerdo mucho la alberca, tenía una mujer pintada en el techo que tenía una manguera que simulaba a la mujer llorando, y caían y caían sus lágrimas, como sabiendo que no todo era felicidad, las camas eran de lo más rico, supero altas, muchas almohadas y entre las cobijas y tus brazos el descanso era genial, el masaje fue lo máximo, recuerdo que tú me dijiste que me llevarías a cenar al restaurant del hotel que cenaríamos muy rico y que sería algo muy bonito y especial, como siempre yo, mis divagaciones y terquedades, pues si me imagine otra cosa y no traía ropa como para cenar en un lugar bonito, asi que te traje como loco buscando un vestido que usar para esa cena, ahora que lo veo esta medio "x" el vestido pero estaba emocionada, y  mis gustos son extraños y bastante payasos así que fue algo que me gusto y lo compre, nunca te lo dije pero después de tanto hablar de la idea de estar juntos, de tener una relación más solida, imagine que me dirías formalmente que me casara contigo, o que al menos viviéramos juntos, es por eso que no quería tener un atuendo normal y quería ir de vestidito y arreglada y estar acorde a la situación, como según yo, me ibas a proponer semejante cosa,  pues yo tenía que estar arreglada para la ocasión, cenamos, se apagaron las luces y no hubo tal propuesta simplemente nos fuimos a dormir. 

Nunca lo mencione, ni le conté a nadie de esto, hasta el día hoy que me volví a medir ese vestido, después de tantos años y de hecho ni me lo deje puesto, no se si no me gusto como se me veía, ó no quise dejármelo para no tener que estar todo el día con esa historia en mi cabeza y ver como se podía repetir la imagen de una mujer derramando agua por los ojos.

No hay comentarios: