09 diciembre 2012

Hasta caer

Si te resulta difícil entablar una plática conmigo, comienza por contarme 
de la mascota de tu infancia, cuéntame de las tortugas y los peces que 
te quedaste cn ganas de tener. 
 
Cuéntame de aquella primera vez que las mariposas hicieron frente en tus 
sentimientos y se apoderaron de tu estomago.
Cuéntame del momento en que te diste cuenta que no te gustan los payasos, 
porque no te hacen gracia.
 
Puedo escucharte sin hablar, sin hablar y quizá con rostro delirante 
contarte de la mascota de mi infancia, contarte de las tortugas y los 
peces que nunca tuve.
 
Contarte de la primera vez en que las mariposas hicieron frente en mis 
sentimientos y se apoderaron de mi estomago.
 
Contar del momento en que me di cuenta que no me gustan los payasos, 
aunque me hagan gracia.
 
Y aun entonces cuando el silencio se apodere de la noche, las mismas 
sabanas contemplaran nuestra conversación.
 
Y a la mañana siguiente, al despertar, la noche habrá parecido corta y 
el sueño vasto y al fin podremos volver a platicar.
 
Carlos Carreira 

No hay comentarios: