Voy a perder la cabeza por tu amor,
porque tú eres agua,
porque yo soy fuego y no nos comprendemos.
Yo ya no sé si he perdido la razón,
porque tú me arrastras,
porque soy un juego de tus sentimientos.
Voy a perder la cabeza por tu amor,
y te quiero y quiero de esta forma loca
que te estoy queriendo.
Yo no soy la roca que golpea las olas,
soy de carne y hueso,
y quizá mañana oigas de mi boca "Vaya usted con Dios".
Cuando yo creo que estás en mi poder,
tú te vas soltando,
te vas escapando de mis propias manos
hasta ese día en que tú quieras volver,
y otra vez me encuentre enfadado y triste
pero enamorado.